Después de un verano repleto de actividad alpina, he montado este video de la escalada realizada a la arista de la Innominata en el Mont Blanc a mediados de agosto del 2013.

La escalé junto a Ibai, un titán de Orozko que llegó en avión hasta Ginebra, donde nos encontramos y pusimos rumbo a Chamonix. Cruzamos el túnel del MB y dejamos el coche en el último parking del Val Veny. El primer día ascendimos desde Val Veny, pasando por el refugio de Monzino y ascendiendo por el glaciar hasta el Vivac de Eccles. Allí tenemos dos vivac para elegir, en la parte inferior está el viejo con 8 plazas, construido solo de chapa, que es como una nevera. En éste ya está una cordada de tres italianos que se dirigen al Frendo y otra cordada de franceses que van a la Innominata. Nos dirigimos al vivac superior. Éste tiene el interior de madera y a pesar de ser más pequeño que su vecino, es bastante más caliente y confortable. Cuando llegamos y abrimos la puerta nos encontramos con tres rusas que tienen invadido el vivac, apenas entran ellas, pero al llegar nos hacen sitio y conseguimos entrar e instalarnos. Dentro difícilmente podemos movernos pero por lo menos hace calor. Al poco, el ruido de un helicóptero nos hace asomarnos de nuestra madriguera y vemos como el helicóptero de rescate del valle de Aosta se lleva a uno del vivac inferior. La cordada de italianos ha sufrido una baja, uno de ellos ha patinado y se ha lesionado la rodilla justo en la puerta del vivac.

Arista de la Innominata from euskalada on Vimeo.

Durante la tarde fundimos agua para el siguiente día, comemos e hidratamos bien para afrontar con fuerza la ascensión y decidimos la mejor ruta para llegar al Col de Eccles. Después de instalarnos, rapelo y hago parte de la travesía sobre el glaciar para llegar al Col de Eccles. A mitad de travesía me doy la vuelta, no me convence, hay demasiado hielo que me ralentiza demasiado la marcha. Así que decido ir por la parte derecha del pic de Eccles, todo por zona de roca.

A las 12:30 empiezo a oír ruidos que me hacen abrir un ojo, son las rusas que se están levantando. Entre desayunar y prepararse salen del vivac 2:30. Una vez solos, sin salir del saco empiezo a calentar el agua para el desayuno. Desayunamos y en poco más de media hora estamos listos.

Salimos del vivac los últimos, tampoco queda nadie en el inferior y vamos bordeando el Pic de Eccles siempre con tendencia hacia la derecha, teniendo la Aguja Negra en un principio a la derecha y al final a nuestras espaldas. Según ascendemos hacia el pico vamos encontrando hitos, hay algún pasito de III pero se protege bien en todo momento. Ya en la cima hacemos un rapel de 20 metros que nos deposita en el Col de Eccles. ¡Llegamos los primeros! Desde aquí vemos que todas las cordadas siguen en el corredor y oímos los gritos de las rusas desde la mitad inferior de la canal. Comemos y bebemos algo y esperamos que se haga de día antes de empezar con la arista. La nieve caída durante el día anterior dificulta un poco la escalada pero a la vez le da un toque mas alpino y hace que todo sea mas mágico. La escalada transcurre sin problemas, vemos que las cordadas que iban al Freney abortaron sus planes y siguieron nuestros pasos por la Innominata, asi que hoy estamos cuatro cordadas en esta inmensa arista de la cara sur del Monte Blanco. Avanzamos a un ritmo constante y en el último tramo para salir a la arista cimera nos desviamos a la derecha y escalamos una variante de mixto de 80º que nos hizo disfrutar como alpinistas. Llegamos a la arista final, ascendemos hacia el Mont Blanc de Courmayeur y a las 14:00 estamos en la cima del Mont Blanc. Ahora, a disfrutar. Para Ibai es la primera vez que pisa la cima de Europa.

En el descenso, en vez de seguir la clásica bajada por Gouter, descendemos por las Agujas Grises hacia el Refugio de Gonela. Esta bajada es mas larga y no esta tan definida como la de Gouter, pero llegas directamente al coche sin tener que preocuparte de coger el autobús o de disponer de otro coche en Chamonix. Hacemos noche en Gonela, donde la hospitalidad de Stefano hace que nos sintamos como en casa. A la mañana descendimos al coche y regresamos a Chamonix con los deberes hechos y habiendo disfrutado esta ascensión como se merece.

Dos días después paseando por la calle principal de Chamonix me vuelvo encontrar a las tres rusas. Me cuentan que tienen que ir a por el coche y que tuvieron que dormir en Valot al igual que la cordada de italianos. Las historias de tener que pasar noche en Valot nunca son agradables por culpa de toda la gente que sube a dormir allí. A pesar de saber que es un refugio de emergencia, los alpinistas, sobretodo del este, siguen subiendo allí sin aclimatación y sin equipo adecuado. Haciendo de ese lugar un basurero. Espero que estas malas costumbres, algún día desaparezcan y así se pueda usar para el fin que fue construido.